lunes, 19 de enero de 2009

niebla gris...

Por dentro llevo huellas de ausencia, heridas de recuerdos, cicatrizando con sonrisas. Los días grises se aclaran con abrazos. Mis días grises dejan de ser grises cuando recuerdo que te fuiste sonriendo, señal de que al menos ya no sufres. Me pasaría horas escuchándote y mirándote atontada. Ella es como un pequeño duende que tiene llenos los bolsillos de besos y de polvitos mágicos, que aclaran siempre los días grises. Aunque ella también tenga sus días grises. Los días grises son de esos días que prefiero vivirlos con los ojos cerrados, para no verme rodeada de oscuridad y no salir corriendo, con miedo, como los niños pequeños que no pueden dormir con la luz apagada porque ven monstruos y su madre les deja la luz del pasillo encendida y la puerta entreabierta. Llueve en la calle, no para de llover en la calle. Las gotas, rebotan en mi suelo de mimbre y me salpican las botas de cuero del invierno. Si hay días grises, hay frío. Y por eso gripe, y ojos llorosos, nariz atascada y gargantas llenas de toses. Llevo por dentro huellas de sonrisas, heridas de ausencia, y cicatrices de recuerdos.

2 comentarios:

isabel dijo...

me encanta!!! compro!!! compro!!! (para nuestra sorpresa que ya no es sorpresa para nadie...vale?) jajajajaj. teqiero un huevo totote, tia, negratia, joder!!!


estudia mucho y nos vemos luego, vale? te voy a echar de menos pero no te quiero distraer.

de todas formas me pasearé por allí mientras estés estudiando y te soplaré al oído o te haré cosquillas cuando amenace día gris. si?
mua!!!

Garabatista dijo...

Pero que razón tienes... :) Me diste hoy el punto de optimismo q me faltaba.
Me gusta que te gusten las cosas q hago, ya hablaremos pues :) Toma mi msn por si las penas, creo q no lo tienes albilla-@hotmail.com
Mucho ánimo con los examenes guapa!

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