martes, 30 de noviembre de 2010

Me gusta mucho el rojo






Soy una cometa en el aire que nunca llega a rozar el suelo.
Vivo del aire de cada suspiro.
Tengo las palmas de las manos
repletas de ilusiones que se me van cayendo
cuando consigo hacerlas realidad.
Sonrío si me dicen que me quieren
y no puedo evitar reírme antes de que me hagan cosquillas.
Mi punto débil son mis ojos
(son unos maleducados y no consigo que paren de hablar).
Camino sin la seguridad de una meta
y mi equilibrio es el desequilibrio de mis playeras.
Las líneas rectas las hicieron para saltarlas de lado a lado
y las circunferencias son para bailarlas con la cintura.
Me gusta mucho el rojo,
pero deshojé tantas margaritas que ahora sólo me quedan collares amarillos
y los pétalos de rosa se me escapan entre los dedos.
Algo fundamental en mi vida cotidiana son las risas de después de cenar
(para terminar bien el día más que nada).
No me considero una mala persona por no ayudar a las abuelitas a cruzar la calle
pero tampoco una buena por muchos motivos que prefiero no señalar
sólo sé que no me sale actuar con maldad, y recuerdo que Cruella de Vil me caía muy mal.

Por cierto, si quieres hacerme feliz, sólo tienes que invitarme a desayunar.

viernes, 12 de noviembre de 2010

tantas y tantas cosas bonitas




Te haces mayor mientras te empapas de belleza y de vida
y me mojas a mi
y me llenas de ti
y juntas sonreír como si se acabase el mundo.
Después llegará la lluvia roja a nuestras venas
y nos miraremos y diremos que sí las veces que sea necesario.
Las dos sabemos que tenemos una casa dentro de nosotras
en la que nadie puede entrar a molestarnos
porque en ella sabemos que somos libres y no queremos más que eso.
Te quiero por tantas cosas que me es imposible contarlas en un poema
pero también te quiero por otras que en sí mismas se podrían llamar poesía.
Tan difícil es decirlas como contar los momentos en los que juntas somos felices.
Y después llenarlo todo de pompas de jabón
de palabras encadenas
de corazones rojos
de sentimientos correspondidos.
Eres de esas pocas personas que al hablar de ellas
no puedo evitar una sonrisa en mi cara.
Menos mal que se juntaron nuestros caminos
(mirar a un lado y verte reflejada en otra tú que no eres tú pero que podrías serlo
Y descubrir la mirada de la otra)
y las dos saber que ese era sólo un comienzo
de esto que la gente llama amistad pero que tu y yo sabemos que es mucho más que eso.
Y ahora, solo me queda decir
¡Felicidades!
Nos vemos en un rato.







LOVE.

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