martes, 9 de marzo de 2010


Susurrar al oído es una caricia.
Acariciar es quitarse la ropa.
La ropa siempre sobra cuando estamos solos.
Estamos solos es una especie de universo cerrado.
Cerrado como el cuarto que nos vigila noche tras noche.
Noche tras noche, no hay nada como anochecer a tu lado.
Anochecer a tu lado es perderle el miedo a la oscuridad.
La oscuridad desaparece si tú me miras.
Tú me miras y yo dejo de sentirme pequeña.
Sentirse pequeña no es lo mismo que ser pequeña
Ser pequeña es creer en la magia
La magia no es ningún truco, sino todo lo contrario.
Lo contrario del amor no es el desamor.
Desamor es un apalabra muy fea que siempre procuro tener lejos.
Lejos no es estar en otro continente, sino tener a alguien al lado y ni siquiera querer tocarle.
Querer tocarle la oreja con la punta de la lengua es un susurro húmedo
Susurro húmedo que quiero desnudar.

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